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Somos Stella y Antonella, alumnas del profesorado de Biología del CONSUDEC y queremos compartirles este sitio a los adolescentes para que se acerquen, reflexionen y se comprometan con el cuidado del medioambiente y así conservar a la Naturaleza Viva.

Impacto del Calentamiento Global sobre los Hielos

          Uno de los efectos esperados del cambio climático es la desaparición masiva de hielos permanentes de la superficie de la Tierra, tanto en los casquetes polares como en diversos cuerpos de hielo sobre los continentes. Este fenómeno viene ocurriendo de manera sostenida en las últimas décadas y, en las próximas décadas, se supone que se producirá una acelerada pérdida de estas masas de hielo.

Son múltiples los impactos asociados a una masiva pérdida de glaciares y de masas de hielo permanentes. Una de las consecuencias más directas y de alcance global es el aumento en el nivel de los océanos debido a la incorporación de la gran cantidad de agua proveniente del derretimiento de los hielos. También, esta pérdida de grandes superficies de hielo permanente supone la pérdida de superficie reflectante en la Tierra lo que aumentará el calentamiento por efecto de una mayor radiación solar absorbida por la superficie terrestre. Este es uno de los efectos de realimentación positiva que se desencadenarán reforzando el calentamiento global.

Si bien las estimaciones del IPCC respecto del aumento del nivel del mar son conservadoras, advierte que se podrán experimentar “aumentos muy elevados del nivel del mar resultantes del derretimiento generalizado de los mantos de hielo de Groenlandia y del Antártico occidental”. Según el IPCC “existe confianza media de que ocurriría al menos un derretimiento parcial de los mantos de hielo de Groenlandia y posiblemente de los del Antártico occidental durante un período de tiempo que fluctúa de siglos a milenios, lo cual ocasionaría un aumento de la temperatura media global de 1-4°C (con respecto a 1990-2000), y un aumento del nivel del mar de 4-6 metros o más. El derretimiento total del manto de hielo de Groenlandia y el del Antártico occidental contribuiría a la subida del nivel del mar de hasta 7 m y unos 5 m, respectivamente”.

Los datos recientes sobre la evolución de la desaparición de hielos en el Ártico muestran una tendencia muy preocupante. El derretimiento producido en el Ártico en los veranos de 2007 y 2008 es un ejemplo elocuente que puede significar una tendencia de impactos mucho más severos y tempranos que los previstos. El derretimiento se está produciendo mucho más rápido de lo previsto hace tan solo dos años atrás y ahora las especulaciones indican que el Ártico podría quedar totalmente sin hielo en una década en la temporada estival.

El crecimiento del nivel del mar a medida que los hielos desaparecen provocará la emigración obligada de las poblaciones de regiones muy vulnerables por su poca altitud por sobre el nivel del mar. Será el caso de numerosas islas del Pacífico y ciudades en diferentes partes del mundo.

La elevación del nivel de los océanos implicará pérdidas económicas cuantiosas en infraestructura en zonas costeras, la migración forzada de millones de personas y una mayor vulnerabilidad a los eventos meteorológicos en las zonas costeras bajas y de deltas. El agua marina, al alcanzar ciertas zonas continentales, tomará contacto con acuíferos y por infiltración de agua salobre provocará la pérdida de fuentes de agua dulce.
La desaparición de hielos permanentes también significa la progresiva desaparición del “permafrost”, capa de hielo permanente en los niveles superficiales del suelo que existe en regiones muy frías o periglaciares. Existen vastas áreas de permafrost en las regiones circumpolares de Canadá, Alaska, Rusia y norte de Europa. Como consecuencia del derretimiento de estos hielos, aumenta la inestabilidad de los suelos y avalanchas en regiones montañosas. Una de las situaciones más preocupantes que genera este proceso es la liberación de enormes cantidades de metano, poderoso gas de efecto invernadero, alojado en esos suelos. Este es otro de los impactos que generan un reforzamiento del calentamiento global.

La desaparición de los cuerpos de hielo en cuencas hidrológicas de alimentación glacio-nival producirá una reducción y mayor variabilidad interanual en la cantidad de agua que proporciona para consumo humano, agricultura y energía hidroeléctrica. Es alarmante el retroceso y desaparición de glaciares en todos los continentes. Con ellos se pierden extraordinarias reservas de agua dulce y se pierde el equilibrio hídrico en las cuencas alimentadas a través de ríos, lagos y napas subterráneas alimentadas por los glaciares. En las próximas décadas la escasez o falta de suministro de agua debido al derretimiento de glaciares afectará a 1.000 millones de personas en el mundo.

Otro de los riesgos que se asocian a la perdida de masa de los hielos polares es el aumento del flujo de agua dulce procedente del deshielo del Ártico, el cual podría influir en la circulación termohalina del Atlántico Norte y, por ende, en la Corriente del Golfo que permite, por ejemplo, a la mayor parte de Europa tener un clima relativamente templado. Un incremento en el flujo de agua dulce en la superficie del Atlántico Norte, puede llevar a un significativo debilitamiento o un completo colapso en la circulación termohalina. Esto desencadenaría cambios drásticos en el clima global.

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